A partir de las investigaciones realizadas por equipos periodísticos en torno al ejercicio parlamentario, hemos sido testigos de las primeras repercusiones y consecuencias de los "delitos" evidenciados por estos reportajes emitidos por la televisión nuestra.
Entre todos los aspectos negativos evidenciados, se descubren los arriendos fraudulentos de sedes distritales de atención de personas que los parlamentarios mantienen con fondos proporcionados por ítemes especiales a cargo del presupuesto del Congreso Nacional.
En sí, el tema podría no tener mayor relevancia, pero en las actuales circunstancias, en que se está jugando una carrera presidencial tanto por la Concertación como por la Alianza, estos hechos que tienden a salpicar a los candidatos, son cortados con celeridad por los diversos comandos, evitando toda relación con prácticas reñidas con la ética y la probidad.
La triangulación de los recursos económicos que hacen los miembros de nuestro Congreso, burlando disposiciones legales y utilizando diverso subterfugios al borde de la ley, no hace más que confirmar la pobre percepción que tenemos los ciudadanos con respecto a los personajes que han hecho de la política su modo de subsistencia, reproducción y acomodo social, relegando a niveles imperceptibles su rol en beneficio del bien común, especialmente de las circunscripciones por las que son electos.
Maximiano Errázuriz, cayó subrepticiamente al despeñadero y sus ex camaradas de militancia no perdieron mayor tiempo en lapidarlo, aunque como en una película de terror, una mano del ya presunto cadáver, vuelve para atrapar entre sus dedos a quienes se pongan por delante. En este caso, para precisar, fue la lengua de Maximiano la que está dejando la escoba con sus postreros dichos. En una grabación radial el aproblemado diputado pone el ventilador y salpica a Lili Pérez y a Isabel Allende, quienes según sus palabras, estarían realizando la misma práctica de ocupar recursos destinados a sus circuncripciones, en supuestas asesorías en las zonas donde serán futuras candidatas. Es decir, gastan la plata donde no deben.
Como la cosa puede desembarcar en situaciones inimaginables y que traerían serias consecuencias para las campañas políticas que se avecinan, dicen los malpensados, que Pérez Yoma, ya dio la orden de no entrar en mayores detalles y que las investigaciones pasen a ciertas comisiones del Congreso, en donde existe bastante tierra para enterrarlas y aquí .... ¡no ha pasado nada señores...!!!
Total, con el sacrificio de don Maximiano, los dioses pueden estar contentos... por el momento.
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